Por supuesto que seguimos, en el mismo placer, en el gusto de ver bucear a hermosas sirenas desnudas, tanto sólo con su piel, o enfundadas en esos delgados neoprenos que se ajustan como un guante de látex dibujando sus hermosas formas de ávidas buceadoras los 365 días del año, porque ellas son adictas, eso lo dicta la ley del mar... que solo atrae a las sirenas.
Cualquier método es viable, sea con botella, snuba o en apnea profunda, ella desea sentir el mar que la aprieta cuando va bajando a lo profundo, siente sus pezones duros... su vagina se hincha al sentir el roce el agua entre sus piernas, mientras aletea con más fuerza, hasta llegar a la profundidad soñada. Y ahí, en esa casi oscuridad, siente un explosivo orgasmo que nace de su vagina y recorre todo su cuerpo provocándole intensos espasmos... el aire se escapa y ella necesita respirar... y va, aleteando con urgencia, hasta llegar a la superficie, y con un gritito de alegría y placer, está feliz porque encontró un placer que no quiere abandonar nunca más... nunca.
Saludos.